Después de dos años de pandemia y una interrupción de la cadena logística que se ha materializado en un aumento de los precios de los insumos agrícolas como fertilizantes y abonos, se preveía que este 2022 la recuperación del comercio mundial sería un hecho y con ello, la reactivación de la economía mundial que compensaría los efectos negativos del COVID-19. Pero todo esto se ha quedado en suspenso, cuando el jueves 24 de febrero de este año Rusia inicia la invasión a Ucrania, hecho que se había anunciado meses atrás por el gobierno de los Estados Unidos de América.
Esto ha generado un escenario de suspenso y de pesimismo al mismo tiempo sobre el futuro del comercio internacional. No es una guerra solamente entre dos países vecinos, sino que ambos son importantes por los productos que exportan y por aquellos que importan. Rusia es el cuarto productor mundial de petróleo y el principal productor de gas que lo exporta hacia países de Europa Central y Mediterráneo como Alemania, Polonia e Italia. Ucrania es considerado uno de los graneros del mundo por su producción de cereal. Ambos forman parte del top ten de los países productores de fertilizantes tan necesarios para asegurar una buena cosecha de productos agrícolas.
Para el Ecuador, este conflicto no es una noticia más para ser escuchada, leída y vista en los medios de comunicación tradicionales y digitales. Ambos países son importantes, en especial para la exportación de banano. A Rusia destinamos, dependiendo de la estación del año, entre el 20% y el 25% y a Ucrania el 3%. Entonces estamos hablando de un 30% del volumen que se exporta semanalmente, y que por este conflicto estarán en peligro de ser vendidas en forma normal y a un buen precio. En contrapartida, el Ecuador importa desde Rusia una tercera parte de los fertilizantes que se utilizan en la producción agrícola del país.
Si bien, las acciones bélicas se concentran en el área circundante al Mar Negro, la reacción de los Estados Unidos de América, la Unión Europea, Reino Unido, Canadá y otros países se ha materializado en sanciones económicas que están maniatando la economía rusa, hasta el punto de sacar del sistema de pagos SWIFT a siete bancos principales rusos que se hará efectivo en la segunda semana de marzo, dejando otros dos en lista de espera, que impedirá el pago oportuno de las importaciones de bienes y productos, entre ellos, el banano y los demás productos que conforman la canasta de exportación del Ecuador.
A esto hay que sumar que el Gobierno ruso decretó medidas como la subida de la tasa de interés así como impedir la transferencia de dinero al extranjero, lo que ha generado una depreciación del rublo ruso. Esto se refleja en una cotización del dólar estadounidense en 103 rublos, un nivel nunca alcanzado, que generará una reducción de la demanda de banano porque el presupuesto del consumidor ruso está fuertemente afectado y priorizará su gasto.
Las relaciones comerciales con Rusia se complicarán porque el escenario es peor que el que se tiene con la República Islámica de Irán (nuestro banano llega a través de Turquía), ya que por las sanciones económicas las líneas navieras principales como Maersk, MSC y otras decidieron no llegar a los puertos de Irán. Así que en este momento hay un escenario totalmente negativo para el comercio: bloqueo económico, bloqueo bancario, bloqueo logístico y una producción que deberá buscar otros mercados en un momento de aumento de la oferta. En toda la historia de la exportación ecuatoriana de banano, es la primera vez que nos encontramos frente a un escenario con tantos matices negativos que concurren en un mismo momento. Esto ya representa una carga muy pesada para productores y exportadores. Como gremio, estamos conscientes que nuestros socios harán todo el esfuerzo para que las pérdidas pronosticadas sean las menores posibles, pero esto no es suficiente.
Necesariamente, si este conflicto continúa, el Gobierno ecuatoriano tendrá que tomar medidas urgentes para que el sector productor, especialmente bananero, no peligre su sostenibilidad. En el 2021, la exportación de banano a Rusia fue de USD697,65 millones y el valor de lo exportado a Ucrania fue de USD79,39 millones. En total, el valor de los envíos de banano a estos dos países fue de USD776,98 millones, equivalente al 23% del valor total exportado durante el año pasado.
Ante estos hechos, AEBE junto con los integrantes del Clúster Bananero hicimos notar en una carta al Presidente de la República, “la necesidad de que se implemente de manera inmediata la devolución unificada y simplificada reconocida en el artículo 43 de la Ley Orgánica de Simplificación y Progresividad Tributaria” publicada en el Suplemento del Registro Oficial 111 de diciembre 31 de 2019, y por ello “solicita reglamentar” este mecanismo para el sector bananero y platanero.
Para ello, el Clúster propone fijar el porcentaje de devolución en el 1% del valor FOB de las exportaciones de banano y plátano que, sobre la base del valor exportado en el 2021, que fue de USD3.381 millones, tendría un costo aproximado de USD33.81 millones, “que permitirá mitigar los impactos de la guerra Rusia-Ucrania y mantener los miles de plazas de empleo que dependen de la producción y exportación de banano”
Como Director Ejecutivo de AEBE, esperamos que el conflicto no continúe, pero el Gobierno ecuatoriano tendrá que apoyar al sector bananero y platanero con la aplicación del draw back y otras medidas.
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