Hay emprendimientos de exportación que miran a Europa.
Con una producción en el 2019 de 30,46 millones de toneladas y un rendimiento de 1.940 cajas/ hectárea/año, un sector de los productores de banano de India están apuntando cada vez más a intensificar la exportación, teniendo como principal destino a Medio Oriente, aunque hay proyectos en inicio que tienen como objetivo que el banano indio llegue a Europa. La producción de India representó en el 2019 el 26,02% del total mundial. La exportación representa una pequeña fracción si se compara con el volumen producido. En el 2019, la exportación fue el 0,57% del volumen producido. En este sentido, estados como Andhra Pradesh, durante el último lustro han incrementado tanto su área de producción como el volumen. Se pasó de 79.360 hectáreas en el 2014 a 104.000 hectáreas y la exportación de 246 toneladas en 2016 a 45 mil toneladas en el 2020 a pesar de la pandemia, fijando su objetivo de embarque en 75 mil toneladas.
A diferencia de los principales países exportadores, el mercado interno consume la mayoría de la producción, por ello, la exportación es limitada, aunque desde la década hay programas y proyectos alentadas por navieras para incrementar el nivel de embarque. De hecho, entre el 2011 y el 2019, la exportación se cuadruplicó.
Los productores en esta zona han adoptado métodos modernos como los materiales de cultivo de tejidos certificados, el cuidado de la fruta y la integración del goteo con la fertirrigación, lo que ha llevado a un crecimiento exponencial en la calidad y el volumen en las plantaciones de bananas. El mercado enfocado para llevar parte de esa producción fue Medio Oriente. Así, en el 2018 se iniciaron actividades de cuidado de banano sustentado en proyectos con exportadoras: INA-Farms. Desai Fruits and Vegetables y Mahindra Agri Solutions. Con ello, estos productores de la India pudieron exportar banano a Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Egipto, Arabia Saudita.
El Camino a Europa.
Hay emprendedores indios que no quieren quedarse sólo exportando al Medio Oriente, también piensan en Europa. Un caso es Leonardo Kabir Chhabra que fundó en Italia su propia empresa. Él puntualiza que la diferencia en la gran producción de su país y el escaso volumen exportado se debe entre otras razones a: que las leyes de la India protegen a los pequeños agricultores, y por eso no es posible comprar fincas con áreas superiores a 7 hectáreas. A ello se suma que, en algunos estados de ese país, está prohibido que las empresas no agrícolas compren tierra para dedicarla a actividades agrícolas.
“Para reducir los costes de producción, los productores indios no utilizan fertilizantes ni pesticidas sintéticos. Esto es una gran ventaja, pero dado que los productores implementan prácticas de agricultura ecológica sin haber realizado ningún estudio sobre el tema, el producto final no tiene la apariencia que se demanda en el mercado europeo y, por lo tanto, no es apto para la exportación a estos países”, dice Kabir Chambra.
La logística es otro obstáculo. “Las bananas indias son más sabrosas y dulces que las que se importan actualmente a Europa, pero esto significa que el producto madura antes y soporta un viaje muy corto, con un seguimiento constante desde la cosecha hasta el envasado. Y esto suponiendo que no se rompa la cadena de frío durante el proceso y que la humedad se mantenga a un nivel óptimo. Lo sofisticado del proceso ha ahuyentado aún más a los exportadores locales, desalentándolos de enviar el producto a Europa”. Con todo esto, Kabir emprendió en un proyecto de producir un banano que tenga una apariencia agradable para el consumidor europeo. El primer contenedor con esta fruta llegó a mediados de febrero de este año y la intención es que el volumen se siga incrementando.
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