Hace tres décadas fue identificado por primera vez.
Althus Viljoen, profesor de Agrociencias en el Departamento de Patologías de Vegetales de la Universidad de Stellenbosch, en Sudáfrica, se presentó en la XVII Convención Internacional de Banano desarrollada en octubre del 2021, en que habló sobre la propagación de Fusarium RT4 y de los métodos que deberían adoptarse para reducir al mínimo los daños.
Al inicio de su exposición, recordó que la cepa del hongo que causa la marchitez por Fusariu en la variedad cavendish fue identificada por primera vez en 1990 en Taiwán. Desde esa fecha ha existido una gran variación de los efectos de este patógeno dependiendo de la respuesta a la enfermedad y la naturaleza del cultivo.
“Aunque la primera detección de R4T se notificó en 1998, en realidad fue cuatro años antes cuando los investigadores comenzaron a detectar plantas con síntomas muy similares y no se tomó ninguna medida. Por lo tanto, la enfermedad fue capaz de propagarse muy rápidamente y en su mayor parte no se contenía. En 1998, la enfermedad se encontró en cinco hectáreas; cuando eso sucede, lo único que un productor puede hacer es replantar con una planta de banana más resistente o reemplazar los bananos con un cultivo diferente, opciones que a menudo no son viables para los pequeños productores”, expresó Viljoen.
Hay un gran número de pequeños productores chinos que producen alrededor de 2 a 3 hectáreas y el formato general de cultivo es un monocultivo a gran escala de bananos de la variedad cavendish, lo que significa que probablemente hubo mucha contaminación cruzada
La naturaleza del sector bananero también contribuyó a la rápida propagación de la enfermedad. Viljoen destaca: “hay un gran número de pequeños productores chinos que producen alrededor de 2 a 3 hectáreas y el formato general de cultivo es un monocultivo a gran escala de bananos de la variedad cavendish, lo que significa que probablemente hubo mucha contaminación cruzada; por el contrario, en el 2013 se descubrió el Fusarium R4T en el norte de Mozambiqur en una finca y en otra finca de la misma zona al año siguiente pero que esta no se ha propagado por la escasez de fincas bananeras en esa zona”
Para el científico, Australia es otro ejemplo que tiene una historia interesante de sus descubrimientos con la R4T. Vijoen recuerda: “Cuando se encontró por primera vez en 1997 fue en Darwin, donde la producción de bananos es bastante pequeña en comparación con Queensland, y zona en la produce la mayoría de la fruta en ese país. Cuando se halló el patógeno en Darwin se establecieron regulaciones que restringían el movimiento de material vegetal y maquinaria desde esta zona. En cambio, en Queensland no se establecieron muchas medidas de bioseguridad. Probablemente debido a eso, en el 2015 el R4T fue descubierta en Queensland, pero la forma en que se trató fue una realidad muy eficaz, pues, actualmente, solo cinco fincas en la zona han sido infectadas, a causa de tres factores principales que se pusieron en marcha después de la detección en 2015: una buena regulación, el compromiso del sector y la investigación. Esos tres pilares ayudaron hacer frente a la enfermedad y el éxito se debe en gran medida a la colaboración de los productores, el Gobierno, el sector, los científicos y los investigadores".
Investigación Desde los mediados del noventa hasta la presente, las investigaciones se han multiplicado para encontrar la solución y la técnica para controlar esta enfermedad, cuyos efectos son devastadores para los productores. Viljoen puntualiza que por el momento hay material limitado de la variedad cavendish disponible que muestra niveles de resistencia al R4T, porque las variedades estudiadas o escogidas para la investigación tienen una diferente respuesta en función de los lugares donde se realizan los experimentos por lo que resulta importante probarlas en lugares diferentes.
Una de las formas recomendadas por el científico para mitigar la propagación de la enfermedad son las cubiertas de suelo. "Las cubiertas del suelo evitan el movimiento del suelo cuando la gente camina sobre él. Es importante recordar que puede pasar hasta un año después de la infección inicial para que las plantas muestren cualquier síntoma de la enfermedad, por lo que limitar la contaminación cruzada dentro de las fincas, además de entre ellas, ayudará a limitar los efectos", añade Viljoen.
A.E.B.E
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